Seguridad eléctrica de los equipos de medida inteligentes
En los últimos años ha aumentado el interés y la preocupación sobre los efectos de los campos electromagnéticos en la salud.
Los estudios tanto nacionales como internacionales han demostrado que los contadores son inocuos para la población.
Numerosos estudios, tanto nacionales como europeos, demuestran que los contadores de telegestión son inocuos para la población y cuentan con las garantías y permisos de calidad que exige la normativa.
El campo que generan tiene dos componentes: el correspondiente a la energía eléctrica (50 Hz) y el correspondiente a la comunicación de esa energía, para lo que se utiliza la tecnología PLC o Power Line Communications (3 KHz-95 KHz). En ambos casos, se generan frecuencias consideradas muy bajas en el rango de las radiaciones no ionizantes, siendo entre 4 y 5 veces menores a las que emiten la mayoría de los aparatos electrónicos más comunes de cualquier hogar, como pueden ser la televisión, la radio, el microondas o el secador de pelo.
Además, debe tenerse en cuenta que el contador, en la mayoría de los casos, se encuentra fuera de la vivienda, lo que hace que la onda se diluya en la distancia, reduciendo la exposición en el interior de la casa.
La imagen muestra el espectro electromagnético de diferentes dispositivos (de menor a mayor: ordenador, contador inteligente, radio, televisión, móviles, microondas, radar) y sus frecuencias de energía medidas en hercios por segundo. La longitud de onda disminuye a medida que aumenta la frecuencia, haciendo que la radiación sea más penetrante.
Preguntas frecuentes
Los campos electromagnéticos (CEM) están presentes en la naturaleza sin que podamos verlos. Son zonas donde existen campos eléctricos; originados por las cargas eléctricas y la diferencia en su voltaje, así como campos magnéticos; producidos por el movimiento de esas cargas. El Sol o la Tierra son fuentes naturales de este tipo de ondas de energía, necesarias para la vida. Sirven, por ejemplo, para orientar y guiar a muchas especies de aves y peces.
Pero además de esas fuentes naturales, también existen los campos electromagnéticos generados por el hombre, que han ido creciendo de la mano de la evolución de la tecnología. Aparatos y electrodomésticos que funcionan con electricidad o las propias redes e instalaciones eléctricas, producen campos electromagnéticos.